Escapadas: Valle del Jerte

Ahora que la primavera se va acercando poco a poco, y que cada vez hay más ganas de sol y buen tiempo, no puedo dejar de hablar de ésta maravilla natural.

El valle del Jerte es una comarca de Extremadura muy famosa por el espectáculo natural que supone ver en floración sus más de un millón de cerezos (que se dice pronto) y que os aconsejo ir a ver alguna vez si tenéis oportunidad, porque es algo completamente mágico.

Si te gusta la naturaleza, el senderismo, el ruteo, perderte en sitios donde no hay cobertura mientras escuchas el ruido del agua y los pájaros, Jerte es tu sitio. Si con ésto te he convencido y tienes pensado ir a Jerte de visita, mi primer consejo es que te lleves el calzado más cómodo que tengas, porque vas a andar MUCHO (sí, otra vez), aunque, como siempre, merecerá la pena. Hay tantas cosas bonitas que ver que te faltará tiempo para verlo todo: Cascadas, paisajes, ríos, gargantas impresionantes, piscinas naturales y un largo etcétera.

Las protagonistas de éste post van a ser las fotografías porque, por muchas cosas que yo te pueda contar, voy a hacer caso al refrán cuando dice que una imagen vale más que mil palabras, así que en éste fotopost voy a decirte qué no puedes dejar de ver.

Cascadas. Aunque no hará falta que las busques porque te encontrarán ellas a ti vayas por donde vayas. En primavera el sonido del agua acompañará todas tus rutas. Mi favorita, sin duda fue la Garganta de las Nogaledas, una caída de agua impresionante donde quedarse embobado viendo pasar el tiempo, y luce tal que así:

Desde la cascada y su sendero, también tenemos unas vistas impresionantes del valle,  como no, lleno de cerezos

Te aconsejo que te pierdas por cualquier camino o sendero que veas (que serán muchos), porque, al final, todos acaban en un sitio impresionante donde hay que sacar la cámara sí o sí, por ejemplo, puentes de hierro por el que ver pasar ríos y cascadas, como la Cascada de Marta, por debajo de tus pies.

Garganta de los infiernos. La joya de la corona y la que no te puedes ir sin ver. Ya el camino es un disfrute continuo de naturaleza y vida pero cuando llegas es, simplemente, impresionante. Reserva Natural y no es para menos, porque no dejarás de ver vegetación, saltos de agua y cascadas hasta llegar a Los Pilones. Piscinas naturales en las que si el tiempo acompaña incluso te puedes dar un chapuzón.

Vistas de todo el Valle. Si subimos hasta el puerto de Tornavacas, tendremos lo que se puede considerar LA FOTO del valle. Eso sí, abrígate porque aquí hace lo menos 30º menos que en el pueblo (sin exageraciones ni nada, jeje), que ya es decir.

Por supuesto, los cerezos. Lo dejo para lo último porque, al ser el principal reclamo, lógicamente vas a ir a verlos. Es un ESPECTÁCULO, con mayúsculas. Si tienes la suerte de visitar la comarca en plena floración el paisaje que verás te aseguro que no lo vas a olvidar. Como dije al principio, son más de un millón de cerezos y, aunque la floración no es simultánea, desde ya te digo que jamás habrás visto tantas flores juntas. Para muestra un botón (o varios)

Como se puede ver, las fotografías hablan por sí solas. Éste lugar es un paraíso lleno de naturaleza pura, flores, ríos, senderos y paisajes. Si os apasiona la naturaleza y tienes oportunidad, sin duda alguna te recomiendo visitar El Valle del Jerte en primavera y tener el privilegio de disfrutar de todos sus parajes.