Dhyvana, alta gama natural

Podría decir que Dhyvana es una marca de cosmética natural, y, aunque es verdad, no sería completamente cierto, porque es mucho más que eso. Dhyvana es una forma diferente de hacer las cosas, una marca que lleva por bandera la belleza por derecho, la belleza porque sí. Han sabido entender que el concepto de belleza que nos han estado vendiendo es irreal e inalcanzable y que los cánones de belleza los creó alguien que, desde luego, no estaba pensando en las mujeres reales y sólo sirven para que nos sintamos mal con nosotras mismas. Y esto es, cuanto menos, ilusionante.

Reivindican la belleza imperfecta y precisamente es eso lo primero que llamó mi atención sobre la marca y por lo que me interesé por ella. Cada cosa que leía sobre ellos me parecía más ética y razonable que la anterior, más coherente y más a favor de las mujeres de verdad. Se definen como una alternativa a la cosmética tradicional, un cuidado facial libre de toxinas y de prejuicios. Su única línea está compuesta por 5 productos certificados por el BDIH y con una formulación natural, saludable y sostenible. Por supuesto, son libres de parabenos, siliconas y derivados del petróleo, no contienen aditivos ni perfumes o colorantes artificiales. Por supuesto, no están testados en animales.

Lo primero que llama la atención en los productos de Dhyvana es, sin duda, el diseño de su packaging cuidado al máximo y con un gusto excepcional, que hace que te des cuenta, sólo con verlos, que la marca cuida con mimo hasta el más mínimo detalle.

He probado dos de sus productos y, por supuesto, me gustaría compartir mi opinión acerca de ellos.

Jabón Refrescante de Papaya y Jengibre:

Se trata de un jabón facial apto para pieles sensibles. Con papaya y jengibre, componentes naturales con propiedades refrescantes y descongestionantes, aceites ecológicos de coco y almendras dulces y extractos de aloe vera, caléndula, manzanilla, avena y glicerina, todos ellos procedentes de cultivos ecológicos. Limpia la piel sin agredirla. 

De textura muy fluida y totalmente incoloro, es muy agradable de usar gracias a su olor fresco y frutal y a su espuma, suave y nada agresiva. Al terminar de usarlo y secar el rostro, la piel está limpia y luminosa, la sensación de limpieza es estupenda, dejando una sensación en la piel agradable, nada reseca o tirante. Usar este jabón es un verdadero placer, ya que la piel no se ve agredida y sin embargo obtengo una limpieza diaria completa sin que mi piel sensible se resienta absolutamente nada. La piel queda lista para recibir el tratamiento. Lo recomendaría para cualquier tipo de piel que quiera una limpieza no agresiva pero efectiva.

Los ingredientes son:

Aloe barbadensis Leaf Juice*, Decyl Glucoside, Maltodextrin, Glycerin*, Sodium Cocoyl Glutamate, Aqua, Xanthan Gum, Glyceryl Caprylate, Calendula officinalis Flower Extract*, Cocos Nucifera Oil*, Prunus amygdalus dulcis Oil*, Chamomilla recutita Flower Extract*, Carica papaya Fruit Extract, Zingiber cassumunar Root Oil**, Avena sativa Kernel Extract, Citric Acid, Sodium Chloride, Phytic Acid, Carrageenan, Benzyl Alcohol, Glyceryl Caprylate, Glyceryl Undecylenate, Potassium Sorbate, Sodium Benzoate.

* Procedente de agricultura ecológica. 

** Procedente de aceites esenciales naturales.

Contiene 100ml. Puedes encontrarlo aquí.

Aceite de Aguacate y Vid:

Para mi este aceite es sin duda la joya de la corona de Dhyvana. De textura muy ligera y líquida, este aceite está indicado incluso para las pieles más sensibles. Esta combinación de aceites contiene los de aguacate y vid como principales componentes, frutas ricas en ácidos grasos e isoflavonas, y vitaminas B, D y E, que ayudan a combatir el envejecimiento y la oxidación de la piel. Por supuesto, no obstruye los poros

La forma de uso es simple: Para usarlo como sérum, se pone un poco de producto en los dedos, tres gotas serán suficientes para todo el rostro, las calentamos con los dedos para liberar su aroma, y masajeamos en la piel, que no tardará absolutamente nada en asimilarlo. Para usarlo como único paso de tratamiento de noche, simplemente aumentaremos la dosis, repitiendo el proceso anterior. El aroma que este aceite desprende hace que su uso sea un auténtico placer sensorial. 

Nada más usarlo la piel se ve radiante, el resultado a corto plazo es, quizás, el más evidente que he notado en un tratamiento en aceite. A medio plazo, la piel se ve renovada y con luz propia. A pesar de estar hablando de un aceite, el tacto es seco y la piel lo asimila enseguida, no quedando rastro de él en el rostro. Lo recomendaría sin ninguna duda a cualquier tipo de piel que necesite un extra de hidratación, que quiera un extra de nutrición o que esté apagada, porque notarán el resultado y mucho,

Ingredientes:

Coco-Caprylate/Caprate, Prunus amygdalus dulcis Oil*, Rosa canina Fruit Oil*, Decyl Oleate, Rosa moschata Seed Oil*, Calendula officinalis Flower Oil*, Simmondsia chinensis Seed Oil*, Argania spinosa Kernel Oil*, Olea europaea Fruit Oil, Persea gratissima Oil, Vitis vinifera Seed Oil*, Aloe barbadensis Leaf Extract, Tocopheryl Acetate, Glyceryl Caprylate, Glyceryl Undecylenate, Parfum**, Benzyl Alcohol, Limonene, Linalool, Citral.

* Procedente de agricultura ecológica. 

** Procedente de aceites esenciales naturales.

Contiene 30ml y puedes encontrarlo aquí.

De Dhyvana me sería difícil decidir si me han gustado más sus productos o sus valores, pero con ambos he quedado sorprendida e ilusionada, sensaciones que rara vez me ofrece la cosmética y que ellos han conseguido con una gama de cosmética natural, ecológica y apta para todo tipo de pieles, incluso las más exigentes, a la par que reivindican desde dentro la belleza imperfecta de lo natural.