Natura Siberica: Jabón Negro Detox y Aceite Dáurico

Tenía unas ganas locas de estrenarme con Natura Siberica y, como no podía ser de otra forma, tenía que hacerlo con dos de sus grandes éxitos: El Jabón Negro Detox y su Aceite Dáurico. Ambos con buenísimas opiniones en todas las redes sociales y blogs. Como no hay nada mejor que comprobarlo por una misma, no dudé en que serían mis primeros productos de la marca.


Aunque ya es archiconocida, no me resisto a contar que Natura Siberica es una marca de origen ruso que es de sobra conocida por amantes de la cosmética natural. Su gran baza es que utilizan activos de plantas existentes en el bosque siberiano con gran variedad de propiedades que emplean en todas sus gamas y que le dan un valor extra a los productos de la marca. Las plantas que sobreviven en climas extremos, suelen ser las que más propiedades concentran precisamente para lograr sobrevivir a un clima que no pone las cosas fáciles para la vida en él con temperaturas, en este caso, de hasta -50ºC. Y el empleo de estos activos es el gran secreto de Natura Siberica.

Otra seña de identidad de la marca es el prescindir casi por completo a ingredientes sintéticos en sus fórmulas, que cuidan hasta el más mínimo detalle. Además, todos sus productos están certificados por ICEA.

Con esta carta de presentación, no es de extrañar que estuviera en mi lista de pendientes y que fuera una de las primeras que quería tachar de ella. Y eso hice. 

La marca en cuestión puedes encontrarla en varias tiendas online, estos dos que hoy propongo son de Ilovemaquillaje, una web que a aunque su nombre nos sugiera únicamente productos maquillísiticos, no se dedica sólo a este, sino que cuenta también con muchísimas marcas cosméticas, cosmética natural, cosmética coreana y accesorios de todo tipo. Dicho esto, vamos a ver los productos.

Jabón Negro Detox:

Quizás uno de los productos más conocidos de la marca y que más gente se ha lanzado a probar por sus buenas críticas. Mucha gente conoce Natura Siberica por este jabón que promete detoxificar la piel realizando una limpieza profunda, dejándola libre de impurezas y de aspecto resplandeciente.

Sorprende sobre todo su color, negro intenso que de primeras choca que vaya a limpiar y no haga justamente todo lo contrario. Lo segundo que sorprende es su modo de utilización, ya que no estamos ante un limpiador al uso y el procedimiento difiere al típico de humedecer, enjabonar, enjuagar. 

Este producto viene acompañado de una esponja que deberemos humedecer para que se ablande y, una vez conseguido, pasamos a coger producto con ella. O al menos eso es lo que recomienda la marca, ya que a mi me resulta mucho más cómodo coger el producto directamente con los dedos y ponerlo en la piel con ellos. Además creo que se utiliza menos y hace exactamente el mismo trabajo. Manías, supongo. Una vez puesta en el rostro evitando el contorno de los ojos y labios y sin dejar ningún tiempo de pose, pasamos a enjuagar con agua tibia y esta vez sí, con la ayuda de la esponja. 

El resultado sorprende. No sólo su color negro no ensucia el poro, sino que lo deja limpio y además, cerrado. La piel está luminosa, limpia. Resplandece por sí misma y el resultado es muy, muy bueno. Tengo que decir que la primera vez que lo utilicé me fui por los laureles y lo dejé más tiempo del que debiera (me dispuse a utilizarlo en Mr. Nuez mientras yo ya lo tenía puesto y ese rato estuvo de más) y aunque sin grandes consecuencias, sí que noté la piel algo enrojecida, aunque se fue enseguida. No me escoció ni nada parecido, pero mejor evitar sustos y tal y como me la pongo, la quito. Tampoco necesita más. Actúa de manera inmediata. 

Desde entonces lo utilizo 2 veces por semana que es lo que considero que necesita mi piel y sin tiempo de pose alguno porque aunque parezca una mascarilla por textura y color, no olvidemos que es un jabón y que su cometido es limpiar en profundidad. Precisamente creo que la rapidez con la que actúa es otra de las virtudes de este producto, no necesitaremos más tiempo que con nuestro limpiador habitual. Una maravilla.

Su lista de ingredientes es:

Aqua, Sorbitol, Sodium Cocoyl Isethionate, Stearic Acid, Coal, Parfum, Hippophaee Rhamnoides (aceite de Espino Amarillo de Altai) Fruit Oil*, Hippophae Rhaimnoidesamidopropyl Betaine, Pinus Sibirica Needle Extract, Pineamidopropyl Betaine, Picea Obovata Needle Extract, Abies Sibirica Needle Extract, Shizandra Chinensis Fruit Extract, Linum Usitatissimum Seed Oil*, Rubus Idaeus Seed Oil*, Rubus Chamaemorus Seed Oil, Betula Albaa Sap*, Vaccinium Vitis-Idaea Extract, Benzyl Alcohol, Dehydroacetic Acid, Potassium Sorbate, Sodium Benzoate, Parfum. (*) productos de agricultura ecológica

El envase contiene 120gramos (¡cunde muchísimo!) y puedes encontrarlo aquí.

Aceite Dáurico:

Otro de los grandes conocidos de Natura Siberica es su Aceite Dáurico. Un producto de hidratación corporal que promete regenerar las pieles secas y sensibles. Hidrata, tonifica y revitaliza gracias a ingredientes como el ginseng o el aceite de rosa mosqueta.

Mi piel del rostro es seca sobre todo en invierno, pero la del cuerpo es todavía mucho más seca que la de la cara, llegando a tener descamaciones en piernas y brazos si no hidrato mucho y bien tras la ducha. Por eso me decidí por este aceite al estar especialmente indicado para pieles como la mía. 

Al ver el tarro me sorprendí, ¡no lo esperaba tan grande! Es un tarro de un tamaño considerable que agradezco sea de plástico y no cristal, porque un tarro de cristal de ese tamaño en mis manos no puede acabar bien. Al abrirlo me sorprendí, ¿dónde está el aceite? Lo que yo vi a simple vista es una textura tipo mousse que desprendía un fantástico olor a limón.

Cuando empecé a utilizarlo empecé a comprender que el aceite, aunque viene sólido, aparece una vez trabajas el producto. Porque eso sí es verdad, es un producto que hay que trabajar en las manos antes de llevarlo al cuerpo o de lo contrario acabaremos con pizcas blancas que, aunque acabarán fundiéndose, nos hará desperdiciar producto. De la textura mousse que yo veía nada quedó una vez metí las manos. Es un producto sólido, muy sólido, que hay que ir 'rompiendo' para coger cada vez. Se necesita muy poca cantidad, llevo con el tarro en casa más de un mes y no es que vaya más de medio, es que queda bastante más. Y no he dejado de utilizarlo.

¿Y por qué me gusta tanto? Porque aunque la textura pueda parecer engorrosa (que no lo es, sólo hay que cogerle el punto), desde que lo utilizo, no he vuelto a ver descamación alguna ni en mis piernas ni en mis brazos. Veo la piel brillante, lustrosa. Y eso en mi, no es lo habitual. Siempre necesito más, sobre todo en invierno donde el contraste entre el frío y calefacciones hace estragos y necesito un extra que además de nutrir, calme. Y el Aceite Daúrico lo consigue. 

Su lista de ingredientes es:

Aqua, Isopropyl Palmitate, Stearic Acid, Cetyl Palmitate, Glycerin, Tocopherol, Xanthan Gum, Potassium Hydroxide, Panax Ginseng Root Extract*, Pinus Pumila Needle Extract, rosa Canina Fruit Oil*, Pinus Sibirica Seed Oil Polyglyceryl-6 Esters, Aquilegia Sibirica Extract, Rhodiola Rosea Root Extract, Crepis Sibirica Extract, Hippophae Rhaimnoides Fruit Oil*, Citrus Medica Limonum Peel Oil*, Rosmarinus Officinalis Leaf Oil*, Benzyl Alcohol, Glyceryl Undecylenate, Linalool**, Limonene**, Citral**. 
(*) ingredientes orgánicos certificados en Francia (**) ingredientes naturales derivados de aceites esenciales.

El envase contiene 370ml y puedes encontrarlo aquí.

Es cierto que mi estreno con Natura Siberica ha sido un poco a 'tiro hecho' y probando lo que a priori sabía que tenía buenas críticas, pero no hay nada mejor que probarlo por una misma y es precisamente que otras compañeras opinaran tan bien sobre ellos lo que me empujó a elegirlos. Ahora entiendo lo positivo de sus opiniones y no puedo más que sumarme a ellas y por supuesto, suscribirlas.