10 consejos básicos para mejorar la fotografía de tu blog y redes sociales

Hace tiempo vengo dando vueltas y planteándome lanzar una serie de post con consejos fotográficos de andar por casa, que sirvan para todo el mundo, y que, a quien pueda interesarles, aprenda poco a poco y con un lenguaje sencillo unas pautas básicas de fotografía, independientemente de la cámara o smartphone con las que se hagan.

Hoy me lanzo con el primero, pero no sin decir antes que no pretendo ejercer de maestra, creo firmemente que todas las fotografías son válidas y se tengan o no nociones fotográficas previas o independientemente del nivel de conocimientos técnicos de cada uno, todas expresan un poco la forma de ser de la persona que hay detrás del objetivo. Son, sencillamente, pautas básicas que yo misma he aprendido a base de dedicar muchas horas a cada foto y a fuerza de ensayo y error y que espero, con ellas, ahorraros al menos un quebradero de cabeza.

1. No es necesario tener una cámara réflex

Lógicamente cuanto más azúcar, más dulce, es decir, cuanto mejor sea la herramienta, mejores fotos obtendremos, y una cámara réflex proporciona una óptica difícilmente alcanzable por otros dispositivos, pero la foto, la base, la idea, será la misma, y esta no va a mejorar simplemente por el hecho de tener una. Como se suele decir en el gremio, la cámara no hace al fotógrafo, y es algo totalmente cierto, la cámara sólo ejecuta lo que tú le pides o a última instancia, el disparo, pero la foto y su conjunto, la idea que te ronda la cabeza y que será el alma de la foto, depende de ti y únicamente de ti. Cualquier móvil o cámara media puede hacer grandes fotos si tú tienes grandes ideas y las llevas a cabo.

2. Aprovecha siempre la luz natural

En mi caso, algunas veces utilizo focos de luz artificial para hacer las fotografías en días nublados o en los que no tengo otra opción, pero el resultado nunca será el mismo ni comparable a la naturalidad que da la luz del día. Además, la luz artificial endurece mucho las formas y hace que los colores varíen notablemente en caso de estar haciendo fotos de, por ejemplo, maquillaje, donde mostrar los tonos reales es lo más importante, más aún si la luz es mínimamente amarilla, por lo que la idea de hacer, por ejemplo, swatches bajo la luz del baño o de tu dormitorio, si no hay otra opción, vale, pero te aconsejo que siempre que puedas, aproveches la luz natural sin sol directo para conseguir el mejor resultado. El mejor lugar es cerca de una ventana y en las horas en las que el sol no incida de forma directa en el objeto a fotografiar, a no ser que busquemos conscientemente esta luz o jugar con las sombras.

3. regula siempre la luz y el contraste

No tengas miedo de jugar con tu cámara, en el caso de que realices las fotografías con el móvil, hasta los modelos más modestos tienen la opción de descargar aplicaciones totalmente gratuitas que permiten jugar con muchas más opciones que la cámara de serie. Descárgate una que tenga, mínimo, opciones para regular el contraste y la luz (EV). Si lo haces, el resultado final puede variar a mejor de forma notable. Los sensores móviles suelen ser normalmente poco luminosos, y una buena foto muy oscura y nada, vienen a ser lo mismo. Una app que suelo aconsejar para móviles por su sencillez de uso es A Better Cámera, que ofrece la oportunidad de variar muchas opciones de una forma asombrosamente intuitiva. Otra con más opciones pero con una apariencia menos amigable y más profesional es FV-5, que tiene multitud de opciones para que la foto la hagas realmente tú y no la cámara, como ajuste ISO, EV, modo programa con prioridad de exposición (desde 1/80000 hasta 2"), e incluso tomar fotografías en formato RAW.

En caso de que utilices una cámara con modo manual desde cero, te aconsejo empezar por los modos semimanuales, que te permitirán controlar la apertura o la velocidad del disparo (normalmente modos A y S), pero no los dos a la vez, de manera que es la cámara la que elige el otro. Es mucho más fácil cogerle el truco sólo a uno de los parámetros y cuando nos veamos capaces de controlarlo con soltura, empezar con el otro y hacer lo mismo. Al principio parece difícil, pero es una fase divertida en la que aprendes muchísimo sobre cómo funciona tu cámara, y que hará que te des cuenta de lo libre que puedes llegar a ser aprendiendo a controlarla hasta el punto de que la fotografía la haces tú, con la luz, apertura, enfoque, desenfoque, exposición, velocidad de obturación y demás opciones que tú decidas, y no sea la cámara la que elija por ti todo esto. El modo automático está bien, pero con lo que realmente sacarás el máximo partido a tu cámara réflex es utilizando el modo manual, las diferencias en el resultado para una misma foto pueden ser abismales y la inversión en tiempo tendrá su recompensa. Es una pena que una cámara de estas características quede relegada al modo automático, podríamos decir que es como comprar maquillaje caro sólo para hacerte swaches en el brazo.

Si haces las fotografías con una cámara que no tiene modo manual, esta probablemente tenga varios modos o controles con los que poder controlar la luz y el enfoque, no le tengas miedo y juega con ellos, encender la cámara y disparar sin más tiene su gracia, pero experimentando los modos y todas las opciones de las que dispone, te darás cuenta de que la fotografía va mucho más allá de eso.

4. El héroe

En este caso estamos hablando de fotografía de producto, y poner el producto por sí solo está bien, pero todas solemos buscar que las fotos tengan algo más, una chispa, y añadimos flores, complementos, elementos que nos hagan las veces de atrezzo y nos alegren la foto y la composición, y eso está genial. El atrezzo es una parte muy importante de la foto que nos inspira o evoca sensaciones y sentimientos hacia lo que estamos fotografiando, pero no debemos olvidarnos de nuestro héroe. El producto debe ser el protagonista principal de la foto y en el conjunto debe destacar sobre el resto de cosas. Por supuesto, todas las reglas están para romperlas y yo soy la primera que confiesa que poco me ciño a ellas cuando se me antoja, pero por norma general, el producto principal (o productos, si son varios) deben ser los verdaderos protagonistas de la foto, destacar sobre el resto de cosas y por supuesto, intentar que estén bien enfocados, aquí entra en juego de lleno el siguiente punto.

5. ¡Dispara!

No te conformes con una foto, ¡haz muchas! Las que normalmente ves en este blog, quizás sean la número 100 -puede que incluso más- de una misma toma. Dispara a varias distancias, en todos los ángulos que se te ocurran. Una foto puede parecer perfecta en la pantalla de la cámara y, al pasarla al ordenador, darte cuenta de que no está bien enfocada, y créeme, es una gran frustración la que puedes ahorrarte si disparas muchas veces. Además, a veces una foto desde un ángulo puede no decirnos nada, pero con sólo girar la cámara unos cuantos grados, la misma fotografía puede pasar de normalita a resultona en cuestión de segundos. Si te has puesto a ello, no tardarás mucho tiempo en hacer unas cuantas tomas más y elegir, de todas ellas, la mejor.

6. El orden de los factores sí altera el producto

En la fotografía de producto, lo ideal es tener una idea de qué queremos hacer antes de disparar. Según el producto, el atrezzo será uno u otro y lo que queremos es que el conjunto quede armonioso, que inspire y quede resultón, y esto es mucho más fácil de conseguir si antes de ponernos a ello, pensamos, ¿qué quiero transmitir? Calma, frescor, colorido, sencillez, elegancia.. ¿qué es el producto y qué 'me pide'? ¿Qué colores harán que el producto resalte? Por ejemplo, unas hojas de palmera pueden quedar genial si fotografiamos un bronceador, pero no tanto si la foto es para un gel que huele a canela edición limitada de Navidad. O unos complementos (collares, pulseras, gafas, etc) en una foto con maquillaje, que en una de un gel de afeitado. Lógicamente no vamos a tener palmeras a nuestro alcance para cogerlas cuando nos interesen, lo que quiero decir es que siempre es mejor pararse y pensar un poco antes de poner cosas 'porque sí'.

Otra cosa a tener en muy cuenta es el 'orden desordenado', no es lo mismo rociar 5 productos en una mesa y tirar la foto como salga, que poner esos mismos productos en un desorden ordenado, es decir, un desorden pensado. Es sólo un detalle, pero esta diferencia que sólo nos llevará un minuto, puede hacer que una misma foto pase a ser del montón a ser una foto bonita y armoniosa.

7. El formato

Normalmente, las fotos que hacemos para los blogs son las mismas que utilizamos para anunciar los post por redes sociales. Muchas veces se nos olvida tener esto en cuenta y, en el caso de Instagram, donde las fotos son cuadradas, la composición no es la misma que para una foto rectangular, y no encaja. Me he visto frustrada muchas veces por una foto que no quedaba bien allí y se me olvidó por completo repetirla para que cuadrase perfectamente sin tener que recortarla demasiado o quedase descuadrada. Tener en cuenta en qué formatos publicarás las fotos y adaptar el diseño para que cuadre en todos ellos, te ahorrará más de un disgusto.

8. La edición

No soy muy amiga de retocar en exceso las fotografías. En la mayoría de los casos, unos ajustes básicos son más que suficientes para que la foto exprese lo que en un principio se pretendía, sin que por exceso acabe perdiendo su esencia. Nunca suelo utilizar los filtros de Instagram porque en su mayoría enmascaran colores o en su defecto, los distorsionan, y mi intención es que tú, en tu casa, veas el producto de la forma más parecida a la realidad posible. Para fotografía de calle, artística y demás, sí, pero cuando se trata de mostrar algo intentando ser fieles a la realidad, menos es más. En la mayoría de casos, ajustar exposición, contraste, regular la calidez y enderezar en caso de que la foto no esté recta, es suficiente. Suelo ver cómo muchas personas se frustran a la hora de editar, pero siempre es mejor empezar de cero y dejar la foto más natural, que pecar por exceso.

Aún así, si lo tuyo son los filtros y te gusta el toque que le dan a las fotos, como aplicación te recomiendo VSCO Cam, quizás, la aplicación de retoque con mejores filtros de todo Play Store, si te sientes perdida con ella, en Pinterest te he dejado un tablero con muchos presets y fotos de ejemplo de cómo quedan que, en caso de que la descargues de primeras, te harán la vida (mucho) más fácil. De los programas de edición para ordenadores hablaremos, en el caso de que os apetezca que siga hablando sobre este tema, en otro post.

9. Encuentra, crea y define tu estilo

Si eres asiduo a este blog no hará falta que te lo diga, pero el mío es el floral. Encontré en las flores y las plantas una forma de expresarme, que me llena y me gusta, intento extraer la esencia de cada producto a través de ellas, unas veces con más suerte y otras con menos, pero al menos, siempre lo intento. Las flores son sólo una forma, pero hay muchas más. Tú tienes un estilo propio y sólo tienes que empezar a experimentar para descubrir cuál es. Incluso puede ser también una mezcla de todos ellos, pero definir tu estilo es una forma de expresión, de hacer de tus fotos algo único y créeme, si te pica el gusanillo de la fotografía y quieres mejorarla, será un camino que, lejos de ser tedioso, disfrutarás muchísimo. Yo todavía estoy en él, intento aprender y mejorar cada día y he encontrado en ella una forma de expresarme que pocas cosas igualan. Te animo encarecidamente a que, si lo que quieres es mejorar, busques tu estilo, tu esencia y la exprimas al máximo. Las fotos que nos enseñas son otra forma de decirnos quién eres y qué quieres contar.

10. ¡Hazlo!

Sé de mucha gente que, aunque desde fuera lo ve con muchas ganas, siempre termina cayendo en el 'yo quiero mejorar, pero..'. Nadie nace sabiendo, yo tengo todavía muchísimo que aprender, pero lo mejor que tiene la fotografía es que puedes ir a tu ritmo, el que quieras, pero ponte a ello y sobre todo, pásatelo bien. En la fotografía se aprende a base de errores, y es fantástico comprobar tu propia progresión, porque siempre la hay, los límites con ella no existen, los pones tú, ¡ponte a ello y disfruta del camino!

¡Ya está! Como habéis visto las que hayáis tenido el valor de llegar hasta aquí, no es un post técnico, es un post para todos aquellos que quieren ir mejorando su fotografía pero que, por alguna razón u otra, no encuentran la motivación o no saben por dónde empezar. Insisto, no pretendo ser maestra de nadie, yo misma me encuentro en ese proceso de intentar mejorar cada día y espero que nunca termine, sólo quiero animar a quién necesite un empujón y, si lo consigo, me doy por satisfecha.