Aceite del Caminante La Casa De La Luna Media

Hace unas semanas comentaba en Instagram cómo este aceite se había hecho un hueco en nuestro equipaje y se había convertido en un compañero más de viaje. Llevábamos algún tiempo reservándolo porque, en anteriores salidas y escapadas siempre habíamos recurrido a productos que, al final, no resultaron ser lo que esperábamos.

El Aceite del Caminante es un producto de La Casa de La Luna Media, una marca de la que ya hablé aquí y conté su filosofía y su forma peculiar de hacer las cosas, totalmente artesanal, en la que ellos mismos se encargan de todo el proceso, incluidos los cuidados y la recolección de las plantas silvestres del Parque Natural de la Sierra de Espadán (Castellón), que sirven para elaborar sus productos.

El Aceite del Caminante se crea con el propósito y la promesa de calmar dolores musculares, ayudar en el tratamiento de la artrosis y el reuma aliviando los dolores, prevenir la aparición de calambres, y calmar todo tipo de dolores musculares.

Su lista de ingredientes es corta, pero todos sus componentes tienen sentido y razón de estar. Este frasco de cristal contiene, básicamente, un cóctel de aceites y extractos, todos ecológicos y naturales y con un propósito concreto:

Aceite de girasol, de rápida absorción, rico en ácidos linoleicos y Vitaminas A, B y E, en este caso sirve como portador. Hipérico, analgésico y antiinflamatorio, cicatrizante, suaviza los hematomas, la hinchazón y el dolor provocado por golpes. Aceite de Romero, que se utiliza para tratamientos musculares como la artrosis y el reuma y proporciona sensación de alivio y relajación. Arnica Montana, por su contenido en helenalina, ayuda a desinflamar y reducir la hinchazón. Arpagofito, otro anti inflamatorio natural al que además se le atribuye el poder de reducir dolores musculares. 

Decidimos que llevárnoslo de viaje sería el momento ideal para utilizarlo y sacarle el máximo provecho porque, para que os hagáis una idea, en esta casa viajar a una ciudad significa querer aprovechar el tiempo lo máximo posible y, por tanto, estar 14 o 15 horas de pie, andando sin parar y en muchas ocasiones, permanecer en posturas imposibles buscando la foto perfecta. La última vez que nos fuimos lejos, al tercer día las agujetas no me dejaban casi levantarme de la cama. Sabiendo esto, me aguanté las ganas de estrenarlo a pesar de haberlo necesitado en más de un día de senderismo que tanto disfruto en primavera. Y ahora me alegro de haberlo hecho.

Lo abrimos la primera noche buscando ese punto de relajación y descanso, y encontramos un aceite ligero, con un olor muy intenso y agradable a hierbas, sobre todo a romero, que destaca por encima de los demás ingredientes y consigue que el producto se disfrute también a nivel olfativo. Me resultó muy curioso su color rojizo, quizás porque lo esperaba totalmente incoloro. Se necesita muy poca cantidad y hay que tener cuidado porque aunque tiene dosificador, es bastante ancho y podemos sacar muy fácilmente más producto del necesario.

El masaje con él es relajante y muy agradable, temí que la sensación grasa tardara en irse y manchara las sábanas, pero no fue así, da para un ratito de masajeo y se absorbe bastante rápido en su totalidad, sin dejar rastro. Lo utilizamos en piernas, de rodillas para abajo, incluidos los pies. Cuando dicen que aporta sensación de relax, no se equivocan ni venden humo, ciertamente se nota cómo las piernas (y pies) lo agradecen.

No esperamos a tener dolores para utilizarlo, de hecho lo hicimos desde la primera noche hasta la última para prevenir y evitar males mayores, así que, por ahora, no puedo decir qué tal es cuando el dolor ya está ahí. Lo que sí puedo decir es que es el primer viaje en el que las agujetas no hicieron acto de presencia y que, además, ha sido el único en el que no he terminado odiando mis zapatillas a la vuelta. Con esto me doy por satisfecha y mi (nuestra) experiencia con La Casa De La Media Luna ha sido de nuevo estupenda.

 También cabe comentar que cunde muchísimo, lo utilizamos 10 noches, dos personas, de rodillas a pies, y el bote volvió a casa casi entero. Desde entonces lo utilizamos tras caminatas varias, tras pasar muchas horas de pie o notamos las piernas cansadas y siempre ha cumplido su cometido. 

Recomiendo utilizarlo siempre por la noche, el aceite de hipérico es estupendo, pero también fotosensible y es mejor prevenir usando este producto por la noche.

 La lista de ingredientes es:

Helianthus annuus seed oil, (girasol) and Hipericun perforatun (Hipérico) flower extract Rosmarinus officinalis, Arnica Montana extract*, Harpagophytum procumbens extract*, Tocopherol, limonene*, linalool*.

* Ingrediente Ecológico. **Procedente de aceites esenciales ecológicos. Producto apto para veganos.

Contiene 50ml (aunque se encuentra en varios tamaños) y cuesta 11€.

Una vez más compruebo cómo lo simple y efectivo van cogidos de la mano y que a veces el triunfo está en las formulaciones más simples. La Casa de La Media Luna me ha vuelto a sorprender con un producto que con pocos ingredientes pero bien elegidos, ofrece exactamente lo que de él se espera.