Jane Apothecary | Bálsamo limpiador y aceite facial

'Una piel en calma es una piel sana y bella'.

Con este eslogan se presenta Jane Apothecary, una nueva firma que aterriza para hacerse un hueco en el mundo de la cosmética natural, y desde ya os aviso que llega pisando fuerte. 

El nombre de la firma, homenaje a Jane Colden, la primera mujer botánica que aprendió el sistema de clasificación de plantas de Linneo (ref. 1, 2) en el siglo XVIII y descubridora de más de 300 especies de flora, es ya toda una declaración de intenciones. 

La firma se estrena con dos productos: Un bálsamo limpiador y un suero hidratante y calmante, ambos a base de aceites esenciales y extractos de plantas, como no podía ser de otra manera. Este reclamo y unos envases ilustrados y cuidados al más mínimo detalle son el gran sello de identidad de Jane Apothecary. Los envases destilan buen gusto. Y da gusto verlos. 

He tenido la suerte de probar el pack descubrimiento de la marca y ha llegado la hora de que os cuente qué tal me ha funcionado.

Bálsamo Limpiador Sooting Cleansing Balm

Está indicado para pieles problemáticas, sensibles, deshidratadas, con rosácea o con rojeces y promete dejar la piel limpia, fresca e hidratada. 

Es un bálsamo denso y bastante compacto, aunque mirando detenidamente su composición no es de extrañar: aceites de girasol, soja y germen de trigo, aceites esenciales de lemongrass, naranja, lavanda, tomillo blanco y petitgrain (naranja amarga), mantecas de cacao y karité y extractos de caléndula y manzanilla. 

Otra vez me encuentro con un bálsamo limpiador que da pena utilizar como bálsamo limpiador, su composición invita a dejarlo en la piel durante mucho más tiempo, dejando que los aceites y mantecas actúen en profundidad.

Nada más abrir el pequeño tarrito de cristal, noté un olor muy intenso a lemongrass, que yo diría que es casi la única nota que soy capaz de captar junto a la lavanda, que apacigua un poco la acidez cítrica dándole un punto dulce y calmado. Es un olor potente, que yo disfruto, pero si no te gustan los cítricos, probablemente no te guste. Para quienes lo hayáis probado, su aroma es muy parecido al del Recovery Cleanser de Dafna's (review aquí), pero este es más intenso si cabe. A mi es un olor que me gusta mucho, lo disfruto y que creo que consigue, junto con la textura, que este bálsamo sea uno de esos cosméticos que se disfrutan a diferentes niveles, también el aromaterapéutico que tanto me gusta.

Una vez puesto en la piel su composición se hace notar, es un bálsamo untuoso, denso, aunque con el calor de las manos se convierte en aceite, no llega a ser un aceite ligero, sino más bien de textura contundente. Tiene un microgránulo poco concentrado que no alcanzo a identificar a qué ingrediente del INCI pertenece*, y que no creo que llegue a tener un efecto exfoliante, sino que más bien lo noto como anecdótico, como parte del ritual.

*Me aclara Elena, creadora de la marca, que se debe a la precipitación propia de la manteca de karité y que, efectivamente, las partículas se deshacen al contacto con el calor y en ningún caso friccionan.

Una vez puesto, masajeado sobre la piel y llegado el momento de enjuagarlo, se hace imprescindible una muselina. Recordemos que este bálsamo no contiene ningún tipo de emulsionante, así que la textura en aceite una vez mojada seguirá siendo aceite, y será la muselina la que nos ayude a retirar el producto en su totalidad. Si estás acostumbrada a los bálsamos que emulsionan, quizás te venga un poco largo y te parezca difícil de retirar, pero yo con una muselina de algodón no he tenido problema, es cuestión de acostumbrarse.

Efectivamente la piel queda limpia, suave y sobre todo, en calma. Lo estoy utilizando como parte de la doble limpieza nocturna y la textura, el olor, la composición y el resultado me han gustado mucho en conjunto. 

Os dejo la lista de ingredientes al completo:

GLYCINE SOJA OIL, CERA ALBA, TRITICUM VULGARE GERM OIL, HELIANTHUS ANNUUS SEED OIL, THEOBROMA CACAO SEED BUTTER, **BUTYROSPERMUM PARKII BUTTER, MATRICARIA CHAMOMILLA EXTRACT, CALENDULA OFFICINALIS EXTRACT, CYMBOPOGON CITRATUS LEAF OIL, ALOE BARBADENSIS LEAF EXTRACT, TOCOPHERYL ACETATE, LAVANDULA ANGUSTIFOLIA OIL, CITRUS SINENSIS PEEL OIL, THYMUS MASTICHINA HERB OIL, CITRUS AURANTIUM LEAF OIL, *CITRAL, *LIMONENE, *LINALOOL, *GERANIOL

* SE DA DE FORMA NATURAL EN LOS ACEITES ESENCIALES

** INGREDIENTES DE ORIGEN BIOLOGICO.

100% natural. 96% de origen natural. 4% de origen biológico.

El formato que estoy probando es el de 25ml que cunden muchísimo, lleva más de un mes en mi rutina y todavía queda mucho bálsamo por disfrutar. Creo que por su tamaño compacto y su duración, es el formato ideal para iniciarse con la marca y también para viajes.

Sérum Hidratante y Calmante

Junto con el bálsamo recibí una minitalla de 5ml del suero que completa la gama de Jane Apothecary. 

Este sérum promete ser un tratamiento ultraeficaz devolviendo a la piel la hidratación y la luminosidad perdidas. Está indicado para pieles sensibles y reactivas y con tendencia a las rojeces o la rosácea. 

Para conseguirlo en su composición encontramos aceites de soja, germen de trigo, albaricoque, oliva macadamia y argán, aceites esenciales de pomelo y lavanda (ricos en Vitamina C), extractos de regaliz y manzanilla (que aportan luminosidad y calman la piel) y Vitamina E.

Lo primero que me sorprendió es su textura, más que un aceite diría que a simple vista es un gel, de color blanco con un punto translúcido. Una vez puesto en la piel me di cuenta de que las primeras impresiones no siempre son buenas y que efectivamente es un aceite. 

La manteca de karité sustituye al agua en este sérum y esto se nota en la textura, bastante densa. Ojo que es (según mi experiencia) muy fácil pasarse, a simple vista la textura parece mucho más ligera y esto ha hecho que me pase las primeras veces con respecto a la cantidad y lo utilizara con más alegría de la que debería. La firma aconseja de 2 a 3 gotas y así es, es producto suficiente para el rostro y el cuello.

Otra gran baza de este serum es su aroma. La lavanda reina aunque no por sí sola, porque viene acompañada de un sutil aroma a 'naturaleza' que se entremezcla, pero sin duda la lavanda es la principal protagonista. Si el bálsamo energiza y despierta la piel, este suero la calma y la relaja. Vuelve a ser un cosmético que se disfruta también por el olfato y a nivel aromaterapéutico.

No creo que sea un aceite seco, de hecho creo que es un sérum que deja sensación de llevar algo sobre la piel que la está protegiendo. Se absorbe rápidamente, pero al menos en mi caso (piel seca y deshidratada) me queda esta sensación en la piel, aunque lo cierto es que lo he notado tan suave y agradable que lejos de disgustarme, me gusta, y preveo que será todavía mejor en época de frío, cuando la piel me pida un extra de protección al terminar el día (lástima que dudo que la minitalla llegue al invierno). Precisamente por esto he limitado su uso a las noches, creo que es cuando más tiempo puede actuar sobre la piel sin llevar nada más en ella.

Quizás a las pieles grasas pueda resultarles algo pesada esta sensación, pero es un suero que creo que podría ir muy bien a pieles normales y secas, e incluso por su suavidad y la sensación de calma que aporta, a las sensibles.

El resultado es una piel nutrida y con una sensación de confortabilidad muy agradable, y a la mañana siguiente tengo la luminosidad propia de una piel sana, bien nutrida y sin falta de agua. 

Dejo la lista de ingredientes al completo:

GLYCINE SOJA OIL, **BUTYROSPERMUM PARKII BUTTER, SESAMUM INDICUM SEED OIL, TRITICUM VULGARE GERM OIL, PRUNUS ARMENIACA KERNEL OIL, OLEA EUROPAEA FRUIT OIL, MACADAMIA TERNIFOLIA SEED OIL, **ARGANIA SPINOSA KERNEL OIL, CITRUS PARADISI PEEL OIL, LAVANDULA ANGUSTIFOLIA OIL, GLYCYRRHIZA GLABRA ROOT EXTRACT, MATRICARIA CHAMOMILLA EXTRACT, TOCOPHERYL ACETATE, LIMONENE, *LINALOOL, *GERANIOL, *COUMARIN

 * SE DA DE FORMA NATURAL EN LOS ACEITES ESENCIALES. **INGREDIENTES DE ORIGEN BIOLOGICO.

100% natural.90% de origen natural. 10% de origen biológico.

Ambos productos se pueden encontrar en su página web por separado, o juntos en un pack descubrimiento que haciendo números sale a cuenta (y además vienen en una bolsita de tela muy bonita, con el logo de la marca) y ambas minitallas dan de sobra para descubrirlos y hacernos una idea bastante clara sobre ellos.

Me alegra muchísimo ver cómo nacen nuevas firmas que hacen las cosas tan bien, que eligen los ingredientes que utilizan en sus fórmulas con tanto mimo, y que cuidan tanto su imagen exterior como la interior para que la experiencia empiece nada más tenerlos en las manos.