Skin&Tonic | Bálsamo Limpiador Steam Clean

En poco más de un año he pasado de no conocer los bálsamos limpiadores y no saber ni siquiera cómo utilizarlos, a considerarlos parte imprescindible de mi rutina diaria y disfrutar experimentando sus diferentes texturas, densidades y aromas.

En esta entrada hablaré del bálsamo que más tiempo lleva conmigo, el que más tardé en estrenar (probablemente por mi ignorancia) y el que ha acabado por convertirse en uno de mis favoritos. Curiosamente a pesar de ello, ha sido el que más ha tardado en aparecer en el blog.

Skin&Tonic London es una marca procedente de Reino Unido con una premisa que me gusta mucho: El triunfo de lo sencillo. Elaboran cosmética natural con pocos, poquísimos ingredientes, sin renunciar por ello a la efectividad. INCIS cortos con activos potentes. Nada más y nada menos.

Son productos están elaborados con ingredientes certificados orgánicamente, y cada uno tiene un máximo de 7 ingredientes. Por supuesto no testan en animales. Y para rematar, donan un 10% de sus beneficios a causas benéficas. No está nada mal.

El bálsamo: Steam Clean

Tuve la suerte de conocer la marca hace más o menos un año gracias a un sorteo de Oianora, una tienda online, en el que fui la afortunada. Me tocaron tres productos de Skin&Tonic, entre ellos este bálsamo, y este en concreto se quedó en mi armario a la espera de que lo estrenase bastante tiempo, tanto que incluso llegué a olvidarlo. Creo que fueron un cúmulo de cosas las que provocaron mi desinterés: Nunca había utilizado un bálsamo y no lo creía necesario en mis rutinas. Además, nada más recibirlo lo abrí y su olor mentolado de entrada, no me gustó. No es que fuese desagradable, de hecho es todo lo contrario, pero a mi de primeras no me entró y poco a poco fue pasando al fondo del armario sin tener ni idea de la joya cosmética que me estaba perdiendo.

Lo recuperé un día de limpieza en el armario y decidí darle una oportunidad, después vino otra, y otra.. Hasta el punto de que este que veis en las fotos es el segundo bote que gasto. Me gustó tanto que lo he vuelto a comprar. Y no pongo en duda que volveré a hacerlo.

Este bálsamo que promete ser sencillo pero eficaz está elaborado con cinco aceites: Cardo, semilla de uva, eucalipto, borraja y menta. Los dos ingredientes que faltan para completar la lista son cera alba y tocopherol (vitamina E). No contiene nada más, ni tampoco lo necesita. Es un producto 100% natural y un 99% orgánico, un porcentaje altísimo.

Huele a mezcla de aceites con un ligero toque a eucalipto. No es un olor que a mi me entusiasme en cosmética, pero tampoco me disgusta, de hecho me hice a él en seguida y ahora incluso lo disfruto, eso sí, si me das a elegir, prefiero otros aromas. 

La marca aconseja utilizarlo como limpiador diario cogiendo una pequeña cantidad y masajeando sobre la piel. Aconseja que justo después mojemos la muselina de algodón que acompaña a este bálsamo en agua tibia y lo pongamos sobre la cara para activar los aceites y respirar profundamente mientras disfrutamos de su aroma. Es algo que disfruto mucho pero que no hago siempre por falta de tiempo y por cuestiones prácticas. Después pasamos a enjuagar con ayuda de la muselina y pasamos al limpiador jabonoso.

Es un bálsamo sedoso, muy muy respetuoso con la piel, al menos así lo siento con la mía. Me sorprendió que de todos los que he probado (y llevo una carrera apoteósica porque me encantan) es el que menos emborrona la mirada y el que mejor y más rápido se funde con la piel. No tiene ningún tipo de partícula, es simplemente aceite, y una mínima cantidad es suficiente para todo el rostro, aunque confieso que yo lo utilizo con mucha alegría y sin censurarme.

Su sutil olor a eucalipto de primeras me hizo desconfiar por si resultaba mínimamente irritante, pero no ha sido así en absoluto. Siempre lo he sentido suave, y al enjuagarlo tiene un efecto que me ha conquistado y que achaco precisamente a estos dos aceites. Noto la piel 'despierta', luminosa y con un tono muy bonito, como si estuviera descansada. 

Es un bálsamo que me ha funcionado y es por eso y sólo por eso (que al fin y al cabo es la base y lo que todos buscamos en cosmética) por lo que me ha conquistado. Quiero decir, el aroma no es de mis favoritos, el envase no es una maravilla (tampoco es feo, pero no destaca por su belleza o diseño espectacular) y la textura es bastante simple, pero su efectividad, la luminosidad que aporta a la piel, cómo desmaquilla y lo suave que es, hacen que no pueda más que quererlo en mi rutina. Es un cosmético efectivo, que me funciona, y es justamente eso lo que me ha enamorado.

La lista de ingredientes al completo es:

Aceite de semilla de uva (Vitis, vinífera)*, Aceite de semilla de Cardo (Carthamus Tinctorius)*, Cera de abeja (cera alba)*, Aceite de borraja (Borago Officinalis)*, Aceite de Hoja de Eucalipto (Eucalyptus)*, Aceite de Menta (Mentha Spicata)*, Tocopherol (Vit. E)**

* Certificado orgánico.

*No GMO.

100% NATURAL. 99% ORGÁNICO.

Ha pasado del fondo del armario a la primera fila por la suavidad de su textura, su fórmula simple y efectiva al mismo tiempo, y los efectos visibles desde la primera aplicación. Ahora me es difícil entender cómo estuve tanto tiempo sin darle una oportunidad, porque es un producto fantástico que vuelve a demostrarme que muchas veces, el éxito está en lo sencillo.