Crema Hidratante Iyökbalance | Ami iyök

Quienes leéis el blog de forma habitual, ya sabréis que Ami Iyök es una marca que, en general, me gusta mucho. Es una firma totalmente natural, muy bien formulada, con activos innovadores e interesantes y, lo que es más importante, efectiva. No es la primera vez que hablo sobre ella en el blog y, probablemente, no será la última.

Siempre que hablo de Ami, siento la necesidad de hablar de su filosofía. Y es que la firma colabora activamente defendiendo y luchando por los derechos de los animales, apoyando el comercio justo y asegurándose de que sus proveedores son justos con las etnias minoritarias. También colaboran con varias ONG's, especialmente con Care Highway International, que ayudan a familias de todo el mundo con necesidades escolares, de salud, y alimentación. Creo que es importante destacarlo porque, aunque hablar de ingredientes está bien, también lo está saber a dónde se destina parte del beneficio de nuestra compra. Cuidarse está bien, pero también se agradece cuando las marcas apuestan por algo más que un producto bonito.

Y dicho esto, vamos a centrarnos en el producto que hoy nos ocupa: Iyökbalance. Quizás la hidratante más famosa de la marca, gracias -entre otras cosas- a las recomendaciones de Ana Albiol, que siempre cuenta en Instagram que es una de sus cremas favoritas.

Iyökbalance es una crema hidratante que se puede utilizar tanto de día como de noche, y promete equilibrar el PH de la piel, astringir las zonas con tendencia grasa, y nutrir las secas. Además de esto, promete devolver la elasticidad, el tono y la turgencia.

Prometer sabemos todas que es -demasiado- fácil, pero ¿qué contiene Iyökbalance para conseguirlo? Pues entre sus ingredientes encontramos una mezcla de activos de toda la vida, con otros más innovadores y exóticos. Digamos que la crema mezcla lo mejor de cada casa:

Aloe Vera: En los primeros puestos de la lista, creo que no necesita descripción. Emoliente natural, cicatrizante, calmante, reduce la irritación y ayuda a la regeneración.

Aceite de Oliva: Otro viejo conocido. Nutritivo, rico en Vitamina E y betacaroteno, con propiedades antioxidantes.

Sacha Inchi: El primer ingrediente exótico de la lista es el aceite de este fruto, rico en ácidos grasos insaturados, Vitaminas A y E, y Omega 3, en cosmética se utiliza por sus propiedades antioxidantes, reparadoras, también porque es capaz de regular la hidratación y fortalecer la barrera natural de la piel.

Aceite de naranja dulce: Rico en Vitaminas A, C y B, enzimas, fitonutrientes, y flavonoides, es antiséptico y previene las manchas.

Aceite de Macadamia: Con propiedades calmantes, antiinflamatorias y protectoras.

Aceite de Coco: Se le atribuyen propiedades suavizantes e hidratantes. También contrarresta la acción de los radicales libres. Hago un inciso en este ingrediente porque hubo cierta controversia de algunas personas que preguntaban, al ver que la crema lo contenía, si era comodogénica. Adriana, una de las cabezas pensantes de Ami Iyök, aclaró en sus stories (@branchandroot) que el aceite de coco utilizado en Iyökbalance es el resultado de su maceración en Monoï, y que el porcentaje total de la crema hacen que no sea comodogénica. 

No están todos los que son, pero creo que podéis haceros una idea de qué efectos quiere conseguir esta crema. Por si quedan dudas, os dejo el INCI al completo:

Aqua, Caprylic /Capric Triglyceride, Glycerin, Aloe Barbadensis Gel, Glyceryl Stearate SE, Cetearyl Alcohol, Olea Europaea Fruit Oil, Cetyl Alcohol, Lecithin, Sodium Hyaluronate, Acetyl Hexapeptide-8, Plukenetia Volubilis Seed Oil, Macadamia Ternifolia Seed Oil, Cocos Nucifera Oil, Gardenia Tahitensis Flower, Citrus Aurantium Dulcis Oil, Cichorium Intybus Root Oligosaccharides, Caesalpinia Spinosa Gum,  Gluconolactone, Aroma, Tocopheryl Acetate, Sodium Benzoate, Sodium Cetearyl Sulfate, Benzyl Alcohol, Ethyl Lauroyl Arginate HCl, Limonene, Cinnamic Acid, Tocopherol, Caprylyl Glycol.

Iyökbalance ha sido mi crema hidratante de día en los últimos meses. La he estado utilizando junto a Slow Liquid, el aceite facial de la misma marca (y del que ya os hablé aquí), únicamente por las mañanas.

En principio no es específica para mi tipo de piel, que es seca, y esta crema está indicada para pieles mixtas y grasas. Aún así, quise darle una oportunidad para comprobar qué efectos tenía en mi piel.

Se presenta en un tarro de cristal negro, muy elegante y con muy buen gusto -como acostumbra la marca-, que contiene 50ml de producto. La caja, que no aparece en las fotos, también es una pasada, de madera reciclada, totalmente reutilizable. Sin duda es una de las marcas españolas de cosmética natural con mejor presentación que he probado.

La textura es, aparentemente, densa y compacta. Si ponemos el tarro boca abajo no caerá ni una gota, es más, si lo hacemos es probable que el restante de crema en el bote ni se inmute. A pesar de las apariencias, una vez en las manos la textura es totalmente fundente y nada untuosa, sino más bien fresca, muy agradable de utilizar, y se necesita muy poca cantidad cada vez, cosa que se agradece dado que es un producto de gama alta y por tanto, de precio elevado.

Lo segundo que destaco es su fantástico olor a  Monoï, la crema huele a verano, a tropical, a una mezcla de leche de coco con flores, muy agradable y aunque es intenso, lo he disfrutado todas y cada una de las veces que la he usado porque el aroma de este producto me parece una maravilla. Si te gusta el olor del tiaré o del aceite de Monoï, estoy segura de que te gustará.

Yo la incorporé a mi rutina de mañanas el pasado otoño -sí, cunde muchísimo-, y en principio, me funcionó muy bien. La utilizaba después de una limpieza suave y un sérum, y la piel me quedaba mate, pero luminosa a la vez, y lo suficientemente hidratada como para no sentirla tirante con el paso de las horas. Es una crema que se absorbe rapidísimo y no deja rastro sobre la piel. Me funcionó bastante bien durante los meses en los que todavía teníamos sol y calor, porque la notaba ligera pero con el poder de hidratar lo bastante como para no echar de menos texturas más untuosas.

Con la llegada del frío, mi piel se resintió y llegó un punto en el que por sí sola, se me quedaba corta. No la culpo, recordemos que está indicada para pieles mixtas/grasas y la mía es seca, y se resiente aún más aún en invierno, y quizás para mi tipo de piel hubiese sido mejor Dryskin-Oasis, la otra hidratante de la marca que sí es específica para pieles secas.

Fue aquí cuando cambié el sérum y empecé a usarla junto a Slow Liquid, el aceite de la misma marca, y ha sido así como la he estado utilizando hasta su fin. El aceite consiguió aportarle ese extra que yo necesitaba y encontré un equilibrio que me funcionó. Tanto utilizando unas gotas antes de la crema, como mezclando directamente la crema con el aceite, el resultado ha sido el mismo: Una piel suave, luminosa, hidratada y nutrida sin sensación de pesadez.

¿Es para mi? Bueno, si tu piel es normal, mixta o grasa, te gusta el olor a monoï y coco, las texturas frescas y fundentes, y el acabado de piel matificada pero luminosa, puede ser una muy buena opción. En cambio si tu piel es seca, debes tener en cuenta que por sí sola puede quedarse corta y probablemente necesites un plus, llámese aceite o similar, para complementarla, aunque este tipo de pieles contamos con una crema hidratante específica de la marca, pero no os puedo contar mucho de ella porque no la he probado. 

En cualquier caso, os aconsejo probar alguna muestra antes de lanzaros, los chicos de Ami Iyök son muy generosos con ellas y seguramente no tendréis problema en conseguir alguna si preguntáis por ellas en las tiendas que venden la marca, incluidas las tiendas online.

En resumen, me ha parecido una crema con un buen nivel de hidratación, que deja una piel bonita, suave y de apariencia sana, y además tiene un aroma y una textura que se disfrutan desde el primer momento. 

¿Conocíais Iyökbalance? ¿la habéis probado?