Madara Infinity Drops: Esencia y sérum

Hace meses que los incorporé a mi rutina, pero es ahora, cuando he finiquitado ambos, cuando quiero hablar de ellos. Y es que en según qué productos, se hace mucho más difícil sentenciar, más aún cuando se presentan con promesas como las de estos dos que vamos a ver hoy.

Si os movéis por Instagram, habréis visto que últimamente se prodiga mucho por redes sociales la cosmética que añade a sus fórmulas pre y probióticos. Y de repente -casi- todas las tiendas, negocios varios y marcas empiezan a estar muy preocupados por algo que hace unos meses apenas se mencionaba: La microbiota. Mádara, una marca que suele estar bastante a la vanguardia en cuanto a formulación y lanzamientos cosméticos, no podía ser menos, y aquí tenemos Infinity: La gama con probióticos de la marca.

Pero, ¿qué es eso de los probióticos, la microbiota, y por qué están tan de moda últimamente? Pues haciendo un resumen de lo leído y aprendido durante estos meses, la idea es que en la piel habitan miles de bacterias beneficiosas, y hay que cuidarlas, e incluso incentivarlas, ya que hacen efecto de barrera protectora de la piel, nos protegen de agresiones externas, y nos cuidan de problemas tópicos varias como la rosácea o la descamación.

Con Infinity, Mádara se suma a la moda de cuidar el microbioma con dos productos: Infinity Drops, un sérum, e Infinity Mist, una bruma facial, ambos con los prebióticos como principal ingrediente. Vamos a verlos.

Infinity Mist

Infinity Mist es una bruma facial con probióticos, que promete ser hidratante y calmante. En su fórmula combina, además de probióticos, beta-glucanos, ácido hialurónico y polifenoles. Está indicada para todo tipo de pieles.

Os dejo su INCI:

Aqua, Alcohol, Galium Verum (Lady's bedstraw) Extract, Aroma, Betaine, Lactobacillus Ferment Lysate, Sodium PCA, Hydrolysed Glycosaminoglycans, Propanediol, Glycerin Potassium Hydroxide, Potassium Sorbate, Sodium Benzoate, Hydrolyzed Hyaluronic Acid, Sodium Hyaluronate, Rhamnose, Glucose, Glucuronic Acid, Limonene, Linalool Citral.

Empecé a usarla después del sérum, que incorporé a mi rutina un par de semanas antes. Este llegó después gracias a una conversación con Ana Belén, de Anko Biocare, que estuvo asesorándome con una paciencia infinita, y me comentó que la bruma podría potenciar el efecto del sérum, y tuvo la amabilidad de enviármela para que la probara junto a él.

El Mist se presenta en un envase de plástico reciclable de 100ml con pulverizador, y tengo que decir que es una gozada. Pulveriza una bruma finísima y delicada -¡Gracias Mádara por no escupirme el producto ni disparármelo en la cara!-, y el rostro no se siente mojado tras utilizarlo, la sensación en la piel es de frescura e hidratación. Tiene un potente olor a hierbas que me encantó desde el primer uso y hace que el momento pulverización sea muy sensorial.

Tras usarlo, la piel queda cómoda, hidratada y nada pegajosa, con una sensación de confort muy agradable que hace que no sienta necesidad de pasar al siguiente paso rápidamente buscando hidratación y comodidad. En este sentido me ha gustado mucho.

Al haber probado la gama en conjunto, es difícil discernir los resultados de un producto respecto a otro, así que os cuento qué me ha parecido a otros niveles, y haré un resumen de mi experiencia y resultados con ambos al final del post.

Sérum Infinity Drops

La última joya de la corona de Mádara en cuanto a sérums faciales. Infinity Drops se presenta como un concentrado de belleza que combina probióticos (de una cepa creada por la propia marca), beta-glucanos, ácido hialurónico y polifenoles, que promete reforzar la barrera protectora de la piel, hidratarla y mantener su inmunidad, el tono uniforme y aumentar la luminosidad.

Os dejo el INCI:

Aqua, Alcohol. Glycerin, Carrageenan, Cellulose gum, Galium Verum (Lady's bedstraw) Extract, Lentinus Edodes (Shiitake) Extract, Ceratonia Siliqua Gum. Sucrose, Betaine Sodium PCA. Lactobacillus Ferment Lysate, Aroma, Sodium phytate, Sodium Benzoate Potassium Sorbate, Citric acid, Hydrolyzed Hyaluronic Acid, Sodium Hyaluronate Linalool, Limonene, Citronellol.

Se presenta en un envase de cristal esmerilado con gotero de 30ml que cunden bastante, ya que sólo he necesitado un par de gotas por uso. 

Es totalmente incoloro y su textura es tipo gel ligero/agua texturizada, se absorbe muy rápidamente y no deja sensación pegajosa independientemente de si me paso con la dosis -cosa que sucede bastante a menudo-. Al igual que el mist, tiene un potente olor herbáceo muy agradable de utilizar. En este sentido, ambos productos me han gustado bastante: Son ligeros, de texturas y aromas conseguidos, y bastante sensoriales. Vale que las tres cosas son secundarias, pero no sería la primera vez que arrincono un cosmético por su olor o textura.

Y ahora sí, os cuento qué tal mi experiencia con el combo en cuanto a resultados en la piel. He utilizado los dos productos en la rutina de noche, y a estas alturas he terminado ambos. Os pongo en situación: Yo tengo la piel seca, con tendencia a la deshidratación, y con rachas con descamaciones (sobre todo en época de frío). También tengo bastantes rojeces, sobre todo en la zona de la frente y mejillas. 

El principal y más inmediato de los efectos que noté usando este combo es la hidratación y la sensación de confort. Dejan la piel cómoda, hidratada y sin tiranteces, y la sensación inmediata es de frescura y calma. No está mal, pero de primeras esperaba mucho más de ambos, un efecto más 'inmediato'. 

A partir de las dos/tres semanas de tratamiento, además de los efectos hidratantes, noté un cambio significativo en las rojeces, que se redujeron bastante y continuaron controladas hasta que terminé el tratamiento. Es el cambio más patente a nivel cosmético y apreciable a simple vista que he notado con ellos.

El cambio de estación de verano a otoño suele traerme de regalo una descamación en frente y mejillas, es una 'maravillosa' tradición de mi piel y lleva siendo así desde hace años, y este ha sido el primero que no las he sufrido, al menos, no al nivel habitual. He tenido una pequeña descamación en la frente, pero ni mucho menos al nivel de otros años. Quizás es arriesgado achacarlo a este combo, pero cosméticamente hablando, son los únicos activos que había cambiado en mi rutina, así que creo que, aunque no hayan podido ser la causa principal, sin duda han ayudado.

No son productos económicos, así que también me gustaría deciros qué no debéis esperar de ellos. Si esperáis un cambio en cuanto a textura de la piel, o efectos antienvejecimiento (más allá de la hidratación), probablemente estos productos te decepcionen. Tampoco he notado un cambio relevante en cuanto a luminosidad, aunque lo prometen. No es que la note apagada, pero tampoco está luminosa como con otros activos, por ejemplo, la Vitamina C. No creo que sea su principal objetivo, pero quiero dejar claro con respecto a mi experiencia cuáles han sido los resultados, y qué podéis esperar de ellos y qué no.

Si tu piel está sana, fuerte, no es sensible ni tiende a las rojeces o a la descamación, y lo que buscas es un cambio en cuanto a textura, envejecimiento, o una luminosidad similar a la que puedes conseguir con Vitamina C o las ampollas, es probable que te decepcionen. En cambio si tu piel es sensible, reactiva, tiene rojeces o descamaciones, probablemente notes el cambio, porque en mi opinión, es en este tipo de pieles donde más efectivos son.

En definitiva, ¿los recomendaría? Sí, pero a un tipo determinado de piel que necesite tratar problemáticas muy concretas.

¿Qué os parecen? ¿Conocíais la gama Infinity de Mádara?