La Fumée Arabie ı Miller Harris

 

En lo que respecta a perfumes, hay dos búsquedas que me obsesionan especialmente: La del incienso perfecto -una de mis notas favoritas en perfumería-, y la del oriental perfecto -mi gama olfativa favorita-. Respecto a la primera, he de decir que no es sencilla, principalmente porque es una nota que, dependiendo de la casa, de cómo esté trabajada, y de la calidad de la materia que se utiliza, puede variar bastante. 

El incienso es una nota que se lista en múltiples perfumes, pero el resultado final no siempre es el mismo, aunque la nota se liste igual. El incienso sin quemar, por ejemplo, tiene un olor que tira al cítrico, más concretamente me recuerda al limón. Sin embargo, la nota que a mi me gusta tira más hacia el incienso quemado, casi eclesiástico, con ese aura de misterio y elegancia que te envuelve y casi te arropa.

En mi búsqueda por el perfume perfecto con esta nota, me topé con La Fumée, el original, de Miller Harris, bestseller de la firma y del que después lanzaron diferentes flankers bajo el mismo nombre, todos ellos con el incienso como protagonista: La Fumée Intense, La Fumée Ottoman, y el que hoy nos ocupa, La Fumée Arabie.

De entre todos ellos, elegí a ciegas La Fumée Arabie -literalmente el humo árabe-, justamente por aunar las dos búsquedas que me interesan: Un perfume con el incienso como protagonista, pero con alma oriental.

La Fumée Arabie

La Fumée es un perfume unisex, de la gama olfativa oriental amaderada, y como os digo en la introducción es un flanker -una secuela de un perfume de gran éxito- de La Fumée, un perfume basado casi exclusivamente en el incienso. 

La Fumée Arabie, en cambio, posee matices orientales, concretamente de especias como el cardamomo, el comino, o el cilantro, que evocan justamente lo que su nombre sugiere: Un paseo por un mercado de especias, una visita a una mezquita, o un viaje por el desierto.

Os dejo la lista de notas:

Salida: Cardamomo guatemalteco, ládano, cilantro, y comino.

Corazón: Incienso, abedul, cedro.

Fondo: Oud, rosa, y vainilla.

Es un perfume ahumado, con aires de misterio, especiado y especial. La primera vez que lo olí me pareció que tiraba más hacia el lado masculino, pero mi opinión sobre él cambió con el paso de los usos, y sobre todo cuando dejé que se desarrollara en su totalidad.

La Fumée Arabie es un perfume cambiante, su salida es muy especiada y bastante potente, y esta sensación dura bastantes minutos.. Hasta que aparece el incienso. Es un incienso seco, en cierta forma eclesiástico, muy ahumado y con una profundidad que me ha impresionado y gustado a partes iguales. Con el paso de las horas, el perfume cambia y se torna cremoso y en cierta medida dulce, imagino que gracias a la vainilla y a la rosa. La mezcla de todos los ingredientes hacen de este perfume una creación muy especial, que se acerca bastante al incienso perfecto que yo buscaba.

Es un pefume potente, pero en absoluto pesado, al contrario, lo siento potente pero tremendamente ingrávido y de alguna forma hasta ligero, 3/4 sprays son suficientes para poder sentirlo todo el día, pero gracias a su alma cambiante y nómada, no cansa ni atosiga -insisto, con 3/4 sprays, ni uno más-.

Es un perfume elegante que, al menos yo, no utilizaría a diario. A pesar de que el envase contiene 100ml y por su potencia le auguro una larga vida en mi estante, lo tengo reservado en momentos especiales, en los que me apetece sentirme elegante y de alguna forma, empoderarme, porque este perfume tiene la capacidad de conseguirlo. Sin duda es una creación muy especial y, tras un par de usos, se fue directo a la parte central de mi estante, donde tengo los perfumes que más me gustan.

Por las notas, su desarrollo, y sobre todo su potencia, no es un perfume que yo utilizaría en días de calor, donde sí puede resultar atosigante a pesar de su belleza. Creo que está más indicado en climas fríos, o incluso cálidos siempre y cuando se ajuste la dosis. Hay que tener en cuenta que su calidad es muy alta y en consecuencia, la dosis a rociar se reduce considerablemente.

Por último, quisiera destacar la belleza de su envase: De líneas limpias y rectas, bastante robusto, y detalles de flores y el nombre del perfume en oro. El bote, a pesar de su sencillez, derrocha elegancia y buen gusto.

Estoy muy contenta de tenerlo en mi colección y con él, por ahora, doy por cerrada la búsqueda del incienso perfecto.

Si os interesa comprarlo, podéis encontrarlo en Notino, web que seguro conocéis, y a quienes agradezco la oportunidad de haber probado este perfume.

¿Conocíais la firma? ¿Os gustan los perfumes con notas de incienso?